sábado, 23 de noviembre de 2013

Cómo cuidar el hígado

Cómo cuidar el hígado

Si tienes la ferritina alta, el hierro elevado, padeces una predisposición genética a asimilar este mineral en mayor cantidad que la población en general, o simplemente estás buscando cómo proteger a tu organismo, te interesará seguir leyendo.


El hígado es el laboratorio de nuestro organismo, siendo vital y sus funciones numerosas, metabolizando, asimilando, neutralizando y destruyendo sustancias nocivas.

 Debemos fijar nuestra atención y mimar sin límite, procurando mantener las mejores condiciones para asegurar su correcto funcionamiento, además de recuperar su estado si ya presenta algún tipo de deterioro funcional.
La fibrosis hepática, los cálculos biliares, la esteatosis, la cirrosis y el cáncer son complicaciones que se pueden evitar o disminuir su probabilidad siguiendo algunos cambios en nuestros hábitos.

La alimentación juega un papel fundamental si tenemos como objetivo conservar a nuestro hígado en buen estado. El exceso de grasas, mantecas, cebos, fritos y alimentos pesados, dificultan su normal desempeño, así que debemos ir reduciendo estos elementos de nuestra dieta diaria. Cambia a un buen aceite de oliva virgen extra, procura dar buen uso de él, y si es en crudo mejor.

Intenta utilizar carnes blancas en vez de rojas, aumenta la presencia de Omega 3, que puedes conseguir incluyendo 3 ó 4 veces en semana, pescados azules como el atún, el salmón y la sardina.
Aumenta el consumo de verduras y fruta fresca, al igual que puedes cambiar las bebidas con alcohol con cervezas sin, o un buen zumo natural de frutas de temporada. Puedes hacer tu mismo cada día un buen zumo, si optas por comprar, intenta que sean con fructosa natural del jugo, y que no sean néctar enriquecidos con azúcares.
Cambia los fritos por alimentos al vapor o a la plancha.

Muy importante el consumo de buena cantidad de agua, de 2,5 a 3 litros al día, siendo preferible que sea de buena calidad, y mejor a pequeñas tomas a lo largo de la jornada que gran cantidad pocas ocasiones.

Alimentos como la alcachofa aportan elementos hepatoprotectores, aprovecha y consume los alimentos en temporada.

También puedes tomar tisanas o infusiones de varias plantas medicinales como el Boldo y el Cardo Mariano.

Boldo:

Peumus Buldus, es un árbol de pequeña emvergadura, pudiendo llegar a más de 10 metros. Es originario de Argentina, Chile y Perú.
Contiene Boldina que es un protector hepático, aumenta la secreción de bilis y facilita así la digestión.
Presenta propiedades para el sistema nervioso, induciendo al sueño. Es diurético, aumenta el volumen de orina, pudiendo aliviar infecciones urinarias.
Recomiendo su consumo a base de tisana en vez de pastilla de concentrado.


Cardo Mariano:

Sylibum Marianum, es una planta que crece silvestre en el Sur de Europa. La Silimarina es su principal principio activo, siendo utilizada esta planta desde la antigüedad para aliviar problemas hepáticos y biliares. Es utilizado para contrarrestar las intoxicaciones por Amanita Phalloides y la Amanita Muscaria.
Alivia los cálculos biliares y renales. Disminuye los niveles de glucosa.
Es un hepatoprotector de primer orden, siendo utilizado para cirrosis, hepatitis y esteatosis ( hígado graso ).
Se estudia su utilidad como protector frente a diversos tipos de cáncer.
Es utilizado para prevenir complicaciones en enfermos de SIDA.

En fin, creo que es suficiente la información para que tengáis armas para defender y mejorar a nuestro órgano favorito.

Un saludo. Jesús Moreno


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